Lectura y la escritura constituyen un vehículo para el aprendizaje del ser, de su entorno y de su sociedad, para el desarrollo de la inteligencia, la interacción y comprensión de determinados contextos, la educación de la voluntad, la adquisición de conocimientos y el desarrollo de competencias lingüísticas y comunicativas. En suma: “La lectura y la escritura son las dos más grandes obras del museo de la creación del ser humano, infinitas en belleza, en complejidad, en comunicación, en significados y en alcance; están ahí para todos o al menos para la inmensa mayoría, a la espera de ser disfrutadas, apropiadas, admiradas, mejoradas, perfeccionadas… por todos”. Ramírez, N. (2014).