La integración económica requiere, además de una disposición de los Estados para iniciar un proceso negociador, la voluntad permanente de cumplir con dichos acuerdos, al igual que someterse a los procedimientos de solución de conflictos ante los organismos constituidos para tal fin, pero sobre todo el acatar las decisiones de dichos órganos en favor de las relaciones comerciales equitativas. Esto garantiza un proceso exitoso, pues el cumplimiento estricto de las obligaciones contraídas lograra el cumplimiento de los objetivos negociados. Conocer los acuerdos suscritos permitirá que los beneficios de los mismos sean eficaces y que el sacrificio fiscal no sea en vano.